Si quieres que las mejores empresas y clientes te elijan a ti –una y otra vez– por encima de un mercado adulterado.
TIENES QUE SER UN
COACH RADICAL...
Radical no significa romper con todo...
Significa ir a la raíz de una tradición científica con fundamentos validados académicamente.
Radical significa recuperar el valor del método, la ética y la eficiencia.
¡Hey!
Atiende que esto es importante.
Un manager asfixiado de problemas por falta de productividad de su equipo, no te va a pedir dinámicas y preguntas poderosas… te va a pedir que seas radical.
Una directora de recursos humanos jodida por la nueva fusión, no te va a pedir una copia compulsada por la Haya de tu certificado MCC… te va a pedir que seas radical.
Un emprendedor, que intenta ser más productivo mientras atiende a su familia, no va a revisar tu Excel con tus horas de prácticas entre primos y compañeros de clase… te va a pedir que seas radical.
Una persona con problemas reales quiere una solución radical, confiable y escalable.
Y un Coach radical no es el que congrega a las masas y promete una transformación repentina.
Un Coach radical no es el que sugestiona, desafía o manipula con un cóctel de herramientas poderosas.
Un Coach radical es el que recurre a la esencia y los fundamentos científicos para buscar la excelencia en su práctica.
Un Coach radical es el que ayuda a sus clientes porque domina los principios de la acción humana intencional.
Si lo que estás leyendo te está cabreando o te está emocionando porque sabes que necesitas una estructura y un método sistematizado… Te gustará apuntarte a mi newsletter.
SI TE SUSCRIBES SABRÁS...
- Cuál es el conocimiento que empuja el mundo.
- Las habilidades que hay que tener para ser un Coach radical.
- Cuando ocurrió el terremoto académico a escala científica en el coaching.
- Las herramientas y entregables de los procesos de coaching.
- Acceso a lecciones gratuitas.
- La mafia e industria de los certificados de coaching.
- La responsabilidad epistémica.
- Fundamentos científicos para crear y potenciar equipos.
- A dónde nos lleva la evolución del Coaching.
- Los mitos de la ayuda que destruyen tus sesiones.
- Las 4 meta-competencias para ayudar sin transferir.
- Cómo resolver problemas complejos.
- Por qué tenemos empresas en lista de espera.
- Sembrar concentración y pensamiento de calidad.
- Cómo crear equipos desde 0 y potenciarlos.
- Y mucho más…
FORMA PARTE DE LA
EVOLUCIÓN DEL COACHING
Un Coach radical no improvisa.
Un Coach radical no necesita improvisar, su solvencia epistémica le permite gestionar y resolver procesos complejos.
Improvisar es de mediocres.
Según la definición de la RAE, improvisar significa:
1. tr. Hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación.
Yo sé que tú piensas que no improvisas porque has estudiado y te has preparado.
Pero si no tienes un método y una estructura que te permita tener una fundamentación científica de lo que haces, al final acabas improvisando.
Improvisar no es bueno a menos que seas actor.
Si eres un profesional de la ayuda, improvisar angustia.
¡Y lo sabes!
Si quieres saber más de cómo dejar de improvisar, en el newsletter te hablo de cómo nuestros alumnos pasan de la inseguridad y la improvisación a tener empresas en lista de espera.
Suscribirte es gratis pero improvisar te puede salir muy caro.
FORMA PARTE DE LA
EVOLUCIÓN DEL COACHING
Mi nombre es Daniel Becerra Ortega y soy un coach radical.
Formo parte del movimiento académico y profesional que recupera la esencia genuina del coaching: Ayudar sin transferir y el engendramiento psicológico desde la singularidad y el coeficiente personal del conocimiento.
Soy radical en mi forma de enseñar e impartir coaching porque sufrí las consecuencias de aprender un coaching adulterado, sin identidad ni esencia.
Fui formado por varios Master Certified Coach y avalado por sus reconocidos organismos internacionales, pero ninguno de ellos me mostró la verdadera esencia del coaching.
Obtuve mis certificados, sin conocer la tradición y evolución espontánea que hay detrás de la disciplina.
Formé a otros, en 11 competencias que no tenían fundamentación científica, ni validez académica.
Hicieron negocio conmigo y me enseñaron a hacer negocio con el desarrollo humano. Todo basado en la industria y mafia del certificado.
Sin embargo, como buscaba la verdad, era insoportable la incoherencia.
Como me importaban mis alumnos, era evidente el fraude.
Cómo me importaba mi prestigio, abandoné las escuelas y las asociaciones…
Hasta que me tope con mi mentor: ¡Leonardo Ravier!
Un crack en toda regla…
Si me conoces a mí, lo conoces a él.
Porque además es el mentor académico de La Red del Coach.
Evolución vs. Adulteración.
¿Tú de qué eres más… de los que traiciona o de los que preservan una tradición que evoluciona?
FORMA PARTE DE LA
EVOLUCIÓN DEL COACHING
Leonardo me enseñó mediante mentoría genuina, como se hacía en la antigüedad.
Sin horarios, ni rellenando huecos.
Todo con finalidad y objetivos.
Cada encuentro con propósito, necesidad y sentido.
Guiados por mi interés natural y mi esfuerzo de mostrarle sesiones con clientes y empresas reales.
Alimentados por mis ganas de subir el nivel, aprender la tradición y honrarla desarrollando mi maestría.
Nada de horas, nada de prácticas con compañeros, nada de chorradas que no sirven para trabajar con los clientes y empresas más exigentes del mercado.
Así es como se aprende un método de ayuda y un paradigma radicalmente distinto.
Así es como se fragua un profesional del coaching.
Así es cómo lo hago con mis alumnos.
Así es como enseño a mi equipo a hacerlo…
Y créeme, soy radical en ello.
FORMA PARTE DE LA
EVOLUCIÓN DEL COACHING
Y por supuesto, tú como Coach o aspirante a Coach, no sólo necesitas una teoría correcta, también necesitas desarrollar las competencias para poder convertir lo abstracto en habilidad.
Habilidad para navegar con tus clientes en su proceso de ayuda.
¡Si no estarás perdido!
Y lo peor, harás naufragar a tu cliente.
Los 4 puntos cardinales de un Coach son:
- Los principios y hechos primarios de la realidad.
- La estructura lógica de la acción humana.
- La estructura, naturaleza y dinámica del conocimiento tácito.
- La dinámica y atención de la consciencia del cliente.
Y las habilidades para convertir esas coordenadas en un viaje exitoso son:
- La habilidad de “Atender fenomenológicamente”, esta habilidad te permite separar viento y marea.
- La habilidad de “Espejar fielmente”, te permite devolver al cliente sus propias coordenadas de forma precisa para que no pierda el norte.
- La habilidad de “Preguntar Enfocadamente”, te permite darle, en todo momento, el control del trayecto a tu cliente.
- La habilidad de “Comunicar Objetivamente”, es la brújula, los planos, los mapas, la consciencia clara de la finalidad de ese viaje.
¿Y tú?…
Únete al newsletter de los coaches radicales, aprende a sortear las olas y deja de ser un náufrago en un océano lleno de mainstream.
FORMA PARTE DE LA
EVOLUCIÓN DEL COACHING
Necesitas metodología no mitología.
Ser un coach radical supone ir a la raíz y fundamento para desterrar los mitos de la ayuda de tus procesos de coaching.
Yo creía que conocía todos los mitos del coaching, pero formando a alumnos de otras escuelas me siento como un novato en “mitología de la ayuda”.
Y mientras que me confiesan sus mitos ontológicos y entonan el mea culpa… reciben argumentos, reciben principios, axiomas, demostraciones empíricas bajo filtros epistemológicos.
Reciben metodología. ¡No mitología!
Vamos, toda una transformación. Y no es una transformación de vida, sino de comprensión profesional e integración de una técnica de ayuda.
Integración de conocimiento contrastable y verificable, no de ideología e interpretación personal.
No voy a extenderme más en estos mitos, pero que sepas que en nuestras formaciones se caen todos, uno a uno.
Y los alumnos dejan de:
- Hacer preguntas poderosas.
- Inducir a visualizaciones.
- Ignorar el pasado.
- Cambiar emociones y estados de ánimo.
- Repetir sin sentido.
- Parafrasear.
- Desafiar.
- Utilizar el humor.
- No tomar notas.
- Mirar fijamente a los ojos como si entraran en trance.
- Utilizar el SMART, PURE, CLEAR.
- Compartir feedback y opiniones.
- Pedir permiso para compartir intuiciones.
- Devoluciones en presente como robots.
- Quedarse con lo último que dijo el cliente.
- Actuar como un gurú transcendental.
- Rapport.
- Imaginar quiebres.
- Proponer dinámicas y danzas sagradas.
- Escuchar lo que no dice el cliente.
- Y 20 cosas más, todas raras, que tratamos en clase.